sábado, 24 de septiembre de 2011

Menstruación... Información para pacientes.



La menstruación comienza durante la pubertad y se le conoce comúnmente como la regla. Esto ocurre cuando las mujeres secretan un fluido con sangre del útero como parte del ciclo de menstruación. 

Durante los primeros dos años, probablemente las reglas no sean regulares.

 Esto ocurre debido a que los niveles hormonales del cuerpo aún están cambiando y es posible que la ovulación no ocurra todos los meses. 

Después de eso, las reglas por lo general son más regulares (normalmente ocurren casi en la misma fecha todos los meses).

La primera regla menstrual se llama la “menarquía” o “menarca”.

 En los Estados Unidos la edad promedio de la menarquía es 12 años y medio. Esto significa que desde la menarquía hasta la menopausia, que es cuando la mujer ya no puede menstruar, es posible que ocurra un embarazo.
Todos los meses, el ovario de la mujer libera un óvulo o célula. 

Éste viaja por la trompa de Falopio hasta el útero.

 El útero ya se ha estado preparando para recibir a un embrión, por lo que el revestimiento interno del útero (endometrio) ha aumentado de grosor.

Si el óvulo es fertilizado por el espermatozoide masculino, esto ocurre en la trompa de Falopio. 

Luego, durante los próximos tres días el nuevo embrión viaja el resto de la distancia bajando por la trompa de Falopio, entra al útero y se adhiere a las paredes del útero. El revestimiento del útero protege y alimenta al feto mientras éste se desarrolla.


Si el óvulo no es fertilizado o si éste no se logra adherir a las paredes del útero, entonces comienza la menstruación y el revestimiento del endometrio desecha su capa de la superficie y es eliminado del cuerpo como fluido de sangre. 

Normalmente, la expulsión de estos tejidos dura de tres a siete días. 

Esto es la menstruación. El útero es un músculo que puede “contraerse” o “acalambrarse” cuando sale el fluido menstrual del cuerpo. Existen medicamentos sin receta médica para aliviar los dolores menstruales.

Los productos sanitarios absorben el fluido menstrual cuando sale del cuerpo. Los dos tipos de productos sanitarios son las toallas y los tampones.

 Las toallas sanitarias absorben el fluido menstrual cuando sale del cuerpo. Los tampones absorben el fluido en el interior de la vagina.

El proceso menstrual o ciclo completo dura 28 días. 

No obstante, algunas mujeres tienen ciclos que duran hasta 34 días o ciclos cortos de 19 días. La menstruación o sangrado por lo general dura de 3 a 7 días.

El fluido menstrual no tiene mal olor. Pero cuando el fluido menstrual entra en contacto con el aire hace que la bacteria crezca. Esto puede producir olor, de modo que es muy importante bañarse regularmente durante la menstruación.
Fuente
4Parents.gov
http://www.4parents.gov/

Folleto para la realización de COLPOSCOPIA. ACOG.

La colposcopía es una manera de ver el cuello uterino mediante un aparato amplificador especial denominado colposcopio. Este aparato ilumina dentro de la vagina y el cuello uterino. El colposcopio puede aumentar la vista normal de 2 a 60 veces. Este examen le permite al médico detectar problemas que no se pueden ver a simple vista.Este folleto explica

  • los motivos para hacer una colposcopía
  • cómo se realiza la colposcopía
  • qué se debe esperar antes, durante y después del procedimiento


La colposcopía se hace cuando la prueba de Papanicolaou revela alteraciones anormales en las células del cuello uterino.
Motivos para hacer una colposcopía
La colposcopía se hace cuando laprueba de Papanicolaou revela alteraciones anormales en las células del cuello uterino. La colposcopía brinda más información sobre el estado de las células anormales.
También se puede usar la colposcopía para evaluar más a fondo otros problemas:

  • Verrugas genitales en el cuello uterino
  • Cervicitis (inflamación del cuello uterino)
  • Tumores benignos (no cancerosos), como los pólipos
  • Dolor
  • Sangrado
A veces es necesario hacer una colposcopía varias veces. El procedimiento también se usa para verificar el resultado de un tratamiento.El procedimiento
La colposcopía se hace de la misma manera que una prueba de Papanicolaou en el consultorio del médico. Es posible que la envíen a otro médico o a una clínica especial para someterse a este procedimiento.

  Colposcopía


Es mejor realizar la colposcopía cuando la mujer no tenga el periodo menstrual. De esa manera el médico puede ver mejor el cuello uterino. Durante por lo menos 24 horas antes del examen no debe
  • usar lavados vaginales
  • usar tampones
  • usar medicamentos vaginales
  • tener relaciones sexuales
Al igual que con el examen pélvico, deberá acostarse boca arriba y colocar los pies elevados en un apoyapiés. A continuación, se usa un espéculo para separar las paredes vaginales de manera que se pueda ver el interior de la vagina y el cuello uterino. El colposcopio se coloca justo afuera de la abertura de la vagina.Se aplicará una solución suave al cuello uterino y a la vagina con un aplicador o mota de algodón. Este líquido facilita ver las áreas anormales del cuello uterino. Es posible que tenga una sensación leve de ardor.
Biopsia
Durante la colposcopía, el médico puede ver las áreas anormales, si las hay. Es posible que se haga una biopsia de estas áreas.
Durante la biopsia se extrae una pequeña porción de tejido anormal del cuello uterino. La muestra se extrae con un instrumento especial.
Se podrán extraer también células del canal del cuello uterino. Para obtenerlas, se usa un instrumento especial. Este proceso se denomina raspado endocervical (ECC, por sus siglas en inglés).
Resultados
Si se hace una biopsia, el tejido se estudia en un laboratorio. Cuando llegan los resultados de laboratorio, el médico le hablará sobre ellos. Estos resultados determinarán si usted necesita evaluaciones más frecuentes u otros exámenes o tratamientos adicionales.
Recuperación
Si tiene una colposcopía sin una biopsia, la recuperación es casi inmediata. Puede reanudar sus actividades habituales, aunque es posible que tenga manchas leves de sangre durante un par de días.
Si tiene una colposcopía con una biopsia, sentirá adolorida la vagina durante 1 ó 2 días. Tal vez presente un poco de sangrado vaginal. También es posible que observe una secreción oscura durante unos cuantos días. Esta secreción se produce debido al medicamento que se usó para detener el sangrando en el área de la biopsia. Puede usar toallas sanitarias hasta que termine la secreción.
Su médico podría recomendarle limitar sus actividades durante un período breve. Mientras se cicatriza el cuello uterino, se le pedirá que no introduzca nada en la vagina por un corto tiempo:
  • No tenga relaciones sexuales.
  • No use tampones.
  • No use lavados vaginales.
Llame a su médico de inmediato si presenta alguno de los siguientes problemas:
  • Sangrado vaginal intenso (necesita usar más de una toalla sanitaria por hora)
  • Dolor intenso en la región abdominal inferior
  • Fiebre
  • Escalofríos
Por último...
La prueba de Papanicolaou es una manera útil de detectar alteraciones anormales en la células del cuello uterino que pueden convertirse en cáncer. La colposcopía proporciona más información si el resultado de la prueba de Papanicolaou es anormal. Hable con su médico sobre los resultados de la colposcopía y la biopsia.
Glosario
Biopsia: Procedimiento quirúrgico menor en el que se extrae una pequeña porción de tejido para posteriormente examinarlo en un microscopio en un laboratorio.
Cuello uterino: La abertura del útero que se encuentra encima de la vagina.
Espéculo: Instrumento que se usa para separar las paredes de la vagina a fin de ver el cuello uterino.
Pólipos: Tumores benignos (no cancerosos) que se desarrollan en el tejido membranoso, como en el revestimiento dentro del útero.
Prueba de Papanicolaou: Prueba en la que se toman células del cuello uterino y la vagina para examinarlas bajo un microscopio.
Vagina: Estructura en forma de tubo rodeada por músculos y ubicada desde el útero hasta la parte externa del cuerpo que también se denomina canal de parto.
Este Folleto Educativo para Pacientes fue elaborado por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (A

Papanicolaou Anormal... citología anormal que sigue?




Algunas mujeres tendrán un resultado citológico anormal.

Esto solamente significa que algunas células anormales han sido encontradas en la citología; es muy infrecuente encontrar células cancerosas.

Dependiendo del tipo de célula encontrado, usted puede ser aconsejada del siguiente modo:

* otra citología en 6 meses.


* un test de VPH.


* una colposcopia.

* un procedimiento de exploración más cuidadosa del cuello del útero realizado por su médico.


Ciertas anormalidades pueden ser extirpadas fácilmente, con lo que usted no desarrollará un cáncer. 

Esta extirpación normalmente se realiza usando procedimientos muy sencillos que su ginecólogo realizará de forma ambulatoria en su consulta.

Estos tratamientos no van a alterar su vida sexual ni su capacidad para quedar embarazada.

¿Qué significa un examen de Papanicolaou anormal?

Cuando se ven células anormales en una diapositiva, se las llama Neoplasia Intraepitelial Cervical (CIN por sus siglas en inglés) o Lesión Intraepitelial Escamosa (SIL por sus siglas en inglés).

Es de gran ayuda aprender estos términos porque los mismos pueden aparecer en los informes del laboratorio del examen de Papanicolaou o de la biopsia.

También se asigna un grado a las células anormales.


CIN es graduado como CIN 1, CIN 2, o CIN 3.

•En CIN 1, un tercio de las células recogidas tienen displasia.

•En CIN 2, dos tercios de las células tienen displasia.

•En CIN 3, todas células observadas tienen displasia.



El término SIL se considera como de grado-bajo (CIN 1) o de grado-alto (CIN 2,3).

El Papanicolaou también puede descubrir células con atipia o atípicas.

Éste es un término sin especificación, el cual requiere el mismo seguimiento que la displasia.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Preeclampsia grave antes de la semana 34 de gestación.


19 SEP 11 | Riesgos y beneficios del manejo expectante
Preeclampsia grave antes de la semana 34 de gestación
Riesgos y beneficios del manejo expectante de la preeclampsia grave alejada del término. Recomendaciones sobre el manejo expectante, la evaluación materno fetal, el tratamiento y las indicaciones del parto.

Dra. Baha M. Sibai
American Journal of Obstetrics & Gynecology Vol 205, Issue 3 , Pages 191-198, Sept 2011

martes, 13 de septiembre de 2011

Tratamiento de los Estados Hipertensivos en el Embarazo.

PREECLAMPSIA LEVE

Las pacientes a las que se les establece el diagnóstico de preeclampsia leve, pueden ser manejadas en forma ambulatoria sólo en algunos casos, y requieren una vigilancia estricta con evaluación semanal, a fin de detectar la evolución a los grados severos de la enfermedad. 

En pacientes con hipertensión crónica, antecedente de preeclampsia en embarazos previos o que existan datos clínicos que sugieran una instalación preciptada de la enfermedad, oscilaciones frecuentes de la presión arterial, con síntomas como cefalea, acufenos, fosfenos, etc. deben ser hospitalizadas para un estudio más estricto, ya que existe riesgo de una progresión acelerada a preeclampsia severa o incluso eclampsia.

Se debe vigilar: Tensión arterial, tanto en el consultorio como de manera ambulatoria; peso corporal, grado de edema, presencia de síndrome vasculoespasmódico. 

Se deberán realizar semanalmente los siguientes exámenes: proteínas en orina de 24 horas, biometria hemática, transaminasas hepáticas, deshidrogenasa láctica, química sanguínea y niveles séricos de ácido úrico.

Solicitar ultrasonografía obstétrica de alta resolución y valoración subsiguiente según resultados. La cardiotocografía anteparto semanal se realliza a partir de las semanas 32  de gestación.

Si la paciente es hospitalizada se tomaran exámenes de laboratorio diario y de acuerdo con estos resultados evaluar la conducta a seguir.

TRATAMIENTO

Se debe informar a la paciente del diagnóstico establecido, educar a la paicente en el registro ambulatorio de la presión arterial y de los signos de alarma, cuando se maneja por la consulta externa.

Debe limitarse la actividad fisica e incrementar la ingesta de líquidos, no existen estudios de la conveniencia de la restricción de sodio en la dieta,  por lo que puede darse un aporte normal.

En pacientes con hipertensión de 140/90  mmHg no se requiere administrar tratamiento antihipertensivo de manera prental o ambulatoria en todos los casos, sin embargo de presentar signos vasculoespasmódicos deberán hospitalizarse.

En pacientes con antecedente de embarazos previos con preeclampsia, datos clínicos de deshidratación(mucosas secas, orina concentrada, edema severo), hipertensión altamente fluctuante, es decir, diastólicas mayor a 90 mmHg pero con variaciones entre 90 mmHg y menos de 110 mmHg, se considera que deberán ser hospitalizadas y dar manejo de líquidos y antihipertensivos, monitorizar la tensión arterial de manera periódica y evaluar el estado sistémico en busca de datos de severidad.

El dar antihipertensivos de manera prenatal, puede retrasar el diagnóstico de preeclampsia severa ya que el cuadro clínico puede ser enmascarado, por lo tanto sólo es recomendable esta conducta en pacientes que se encuentran en hospitalización en las que se realizan exámenes de laboratorio diario  que permiten  identificar la progresión de la enfermedad.

En el momento que se encuentre alguna alteración de los mismos o se presente hipertensión severa, (160 y/o 110 mmHg) se reclasifica como preeclampsia severa iniciandose el tratamiento específico.

En pacientes con presión arterial arterial en los límites  de preeclampsia leve pero que muestren síntomas y se haya determinado la interrupción del embarazo ( por ejemplo en embarazos de término, trabajo de parto, rotura prematura de membranas entre otras), deberán recibir traamiento antihipertensivo antes de la interrupción del embarazo y en el puerperio; por lo general se requieren dosis bajas por poco tiempo. 

Como no existe un marcador que ayude a predecir que pacientes evolucionarán a preeclampsia severa o eclampsia, se deberá considerar la interrupción del embarazo en las pacientes con embarazo de término con preeclampsia leve luego de la semana 37.

En pacientes con embarazos de entre 28 a 34 semanas pueden instalarse inductores de madurez pulmonar fetal. 

El crecimiento fetal se debe determinar de manera intermitente cada 2 a 3 semanas; si se sospecha restricción en el crecimiento intrauterino fetal, la realización de velocimetria Doppler en las arterias umbilicales  puede ayudar al monitoreo y a decidir el manejo. 

La interrupción del embarazo debe realizarse por la vía obstétrica más adecuada de acuerdo con el estado de cadad paciente; si se decide realizar conducción o induccción del trabajo de parto y éste  incrementa la presión arterial , puede iniciarse tratamiento antihipertensivo. 

Si las pacientes en el puerperio inmediato o mediato presentan síntomas vasculoespasmódicos aun con presiones de 140/90 mm Hg, deben recibir tratamiento antihipertensivo y vigilancia de la tensión arterial. 

Generalmente no se requiere en este tipo de pacientes profilaxis  de crisis convulsivas  con sultato de magnesio. 











lunes, 12 de septiembre de 2011

Enfermedad Tromboembólica y Embarazo.




La enfermedad tromboembólica es la principal causa de muerte materna en embarazadas y mujeres posparto. 

Ocurre enferrmedad tromboembólica en 0.02% a 0.3 %  de las embarazadas  y 0.1 %  a 1 % de las pacientes posparto. 

La trombosis venosa profunda no tratada durante el embarazo causa embolia pulmonar en hasta 24 %  de los casos, siendo la tasa de mortalidad del 15 % . Si se administra el tratamiento adecuado el riesgo de embolismo pulmonar es de 4.5 % con riesgo de mortalidad menor del 1 %. 

Casi todos los casos de enfermedad tromboembólica  durante el embarazo se relacionan con un trastorno trombótico  hereditario. 

Dichos trastornos también se asocian con un mayor riesgo de resultados adversos del embarazo en el segundo y tercer trimestres (preeclampsia de inicio temprano, restricción del crecimiento intrauterino de inicio temprano, muerte fetal inexplicada y desprendimiento prematuro de placenta normoinserta). 

El riesgo de enfermedad tromboembólica aumenta de manera significativa con la presencia de más de una de las siguientes anomalías: 

a. Mutación del factor  V de Leiden. 
b. Mutación de la protrombina. 
c. Anticuerpos antifosfolípidos. 
d. Deficiencia de proteína C o S. 
e. Deficiencia de antitrombina III. 
f. Hemocísteinemia. 

El embarazo es un estado de hipercoagulabilidad .  El aumento de la producción de estrógenos se asocia al incremento de los factores de coagulación. 

El útero gravído puede comprimir las vena cava inferior y pélvicas y ocasionar estasis venosa. 

El diagnóstico dependerá del sitio y grado de la trombosis. 

1. TROMBOSIS VENOSA PROFUNDA



Se presenta dolor de pantorrilla, cordón venoso palpable, hipersensiblidad, edema unilateral de la pierna, signo de Homans, dilatación de venas superficiales. 

La ecografia con sistema Doppler en tiempo real y color, es el procedimiento ideal para detectar una trombosis venosa profunda proximal.  Aunque es un estudi altamente sensible y específico para las trombosis femoral y poplítea, la ecografía de tiempo real  no permite detectar la trombosis de venas pélvicas, que pueden ser causa de embolia pulmonar. 

La venografia se considera el procedimiento ideal para el diagnóstico de trombosis venosa profunda, la radiación es mínima y el feto se puede proteger con cobertura abdominal de la madre; este procedimiento es cruento y costoso. 

No debe usarse detección de trombosis venosa profunda mediante radioisótopo 125 I durante el embarazo. 

La pletismografia de impedancia es segura, pero su sensibilidad  y especificidad  no se han estudiando bien durante el embarazo. 

2. EMBOLIA PULMONAR

Clinicamente puede presentar taquipnea, disnea, dolor pleurítico, ansiedad, tos, taquicardia y hemoptisis. 

Durante el análisis de gases sanguíneos arteriales, una PaO2 de más de 80 mmHg en aire ambiental hace poco probable el diagnóstico.  Si persisten los signos y síntomas se recomienda una valoración adicional. 

El incremento del gradiente alveoloarterial puede indicar embolia pulmonar. 

Casi todas las pacientes con embolia pulmonar tienen un estudio de ventilación-perfusión anormal.(sensiblidad 98%). 

Muchas mujeres sin embolia también tienen un resultado anormal del estudio (especificidad 10%)

El grado de anomalía se califica como bajo, intermedio o alto; la intervención y el tratamiento posteriores se orientan por la sospecha clínica. 

La angiografía pulmonar es la ténica de referencia para el diagnóstico de embolia pulmonar.  Esta indicada para fracasos de la anticoagulación cuando se considera la interrupción de la vena cava, para distinguir entre embolización recurrente y fragmentación  del coágulo original.  Este estudio se vincula con riesgo mínimo para el feto. 

La tomografia computarizada espiral esta sustituyendo la angiografia como estudio de referencia, pero puede pasar por alto pequeños émbolos. 

TRATAMIENTO. 

Trombosis venosa profunda: 

El reposo en cama con elevación de la extremidad, anticoagulación terapéutica  con heparina o inyecciones subcutáneas de heparina de bajo peso molecular. Ambas formas de heparina no cruzan la barrera placentaria y son seguras durante el amamantamiento. La Warfarina es un teratógeno conocido y tiene que evitarse durante el embarazo. Se puede usar en el puerperio incluso si la madre esta amamantando. 

Embolia pulmonar: 

Se coloca oxígeno para mantener una PaO2 materna mayor de 70 mmHg. , reposo en cama durante cinco o siete días y anticoagulación terapéutica con heparina  hasta tres a seis meses posparto. 

sábado, 3 de septiembre de 2011

Choque hemorrágico de origen obstétrico.


Las hemorragias obstétricas graves representan
en nuestro país la segunda causa de muerte
materna.

Patología potencialmente exanguinante
y mortal, requiere el accionar coordinado de un
equipo multidisciplinario, tomando como base un
protocolo diagnóstico y terapéutico adaptado para
cada institución.

Cambios hemodinámicos durante el embarazo. 


Al final del embarazo existe un incremento de la
volemia del orden del 30-50%, llegando al 8,5 a
9% del peso corporal.

Esta situación permite que
la gestante tolere pérdidas sanguíneas de hasta el
15% de su volumen circulante antes de
manifestar taquicardia o hipotensión arterial.

Cuando estos síntomas se presentan, el sangrado
resulta cercano a 1000 ml y por lo tanto estamos
en presencia de una hemorragia obstétrica grave.

Cambios hemodinámicos intraoperatorios. 

 La respuesta fisiológica a la hemorragia podrá
resultar modificada por efecto de las drogas
anestésicas, los relajantes musculares y por
condiciones intraoperatorias como la hipotermia y
la hemodilución.

Las drogas utilizadas durante la
anestesia poseen acciones cardiovasculares que
pueden afectar el transporte, el consumo de
oxígeno y la respuesta fisiológica a la anemia
aguda.


Hemorragia obstétrica esperable 


Se considera a la pérdida hemática habitual
durante el parto vaginal u operación cesárea
abdominal no complicada.

Esta pérdida tolerada
será como máximo de 1.000 ml medida a través
del volumen obtenido por el aspirado del campo
quirúrgico y el peso de las gasas utilizadas
durante la cesárea.

En el parto vaginal, existe
una subestimación visual en el monto del
sangrado.

Este error se incrementa cuanto mayor
es la hemorragia. La estimación del monto
representa solo una parte del volumen total del
sangrado.

Debemos guiarnos por los parámetros
de monitoreo de reposición y los controles vitales.


Reconocimiento de condiciones 
potencialmente hemorrágicas.   

Patología relacionada con mayor riesgo de
sangrado:

1. Acretismo placentario

2. Placenta previa

3. Factores asociados con mayor riesgo de
atonía uterina: embarazo múltiple,
polihidramnios, corioamnionitis, dosis
inadecuada de tocolíticos, macrosomía.

4. Coagulopatías hereditarias o adquiridas,
tratamiento anticoagulante o
antiagregante plaquetario.


LA PACIENTE CON TRATAMIENTO 
ANTICOAGULANTE O ANTIAGREGANTE 


Ante la urgencia las situaciones a considerar son:

1. Pacientes tratadas con anticoagulantes orales
con RIN > 1,6 efectuar la correccion con plasma
fresco congelado, 5-8 ml/k podrán resultar
suficientes para revertir la anticoagulación, y
asociar vitamina K 10 mg intravenoso lento.

2. Enfermas bajo tratamiento anticoagulante con
heparina sódica, suspender y efectuar la
neutralización de la misma con protamina: 1 ml
neutraliza 5000 UI de heparina circulante. Dosis
usual 2-3 ml en infusión durante 15 minutos.

3. Cuando se trata de tratamiento con
enoxaparina en dosis igual o superior a 40 mg SC
dos veces por día, la neutralización con protamina
se realizará si la última dosis fue administrada
durante las ultimas 12 horas

4. Paciente que recibió tratamiento con aspirina
durante los últimos 5 días, transfundir 1 U de
plaquetas por cada 10 kg/peso.


Acciones prequirúrgicas una vez identificado 
un factor potencialmente sangrante. 


1. Aviso a los integrantes del equipo
multidisciplinario.

2. Aviso al Servicio de Banco de Sangre y Laboratorio para que
realice

 1. Determinación del grupo sanguíneo,
factor Rh e identificación de anticuerpos
irregulares.

 2. Compatibilizar 4 unidades de glóbulos
rojos sedimentados (GR) e igual
cantidad de plasma fresco congelado
(PFC) en el prequirúrgico inmediato.

3. Estar preparado ante la eventual
politransfusión.


4. Efectuar reserva de otros
hemoderivados: mayor cantidad de PFC,
crioprecipitados (CrPr), plaquetas.

Puntos accesorios a discutir en cada caso: 

1. Uso de sangre autóloga

2. Hemodilución normovolemica aguda preoperatoria

3. Uso de recuperador celular intraoperatorio (cell saver)

3. Aviso al Laboratorio advirtiendo sobre la
necesidad de efectuar durante el intra y
postoperatorio inmediato, con carácter de
urgente las siguientes determinaciones:

• Hematocrito

• Coagulograma básico: tiempo de
protrombina, aPTT, plaquetas, dosaje de
fibrinógeno y PDF

• Ionograma plasmático y calcemia

• Estado ácido base y pO2

• Lactacidemia


Medidas preventivas para evitar la 
hemorragia.


Cateterización arterial pelviana, para eventual
embolización angiográfica

Procedimientos en la Sala de Partos o
Quirófano

1. En las situaciones potencialmente
exanguinantes y antes de iniciar todo
procedimiento, colocar por venopuntura
dos vías periféricas de calibre 14G o 16G
para obtener rápida infusión de sangre y
soluciones electrolíticas, y una vía
percutánea yugular o subclavia con
catéter cuyo extremo alojado en vena
central permita monitorear la presión
venosa.

2. Con hemorragia grave en curso o en
presencia de coagulopatía, es preferible
no intentar colocar vías centrales y
utilizar en cambio, más de dos vías
periféricas por venopuntura.

3. En todos los casos, colocar un acceso en
arteria radial para monitoreo directo y
continuo de la tensión arterial y la
obtención de muestras para
determinación de pO2 y estado ácido
base.

4. Colocar sonda vesical para medición de
la diuresis horaria.




Iniciado el parto u operación cesárea se efectúa la
medición y/o estimación de las pérdidas
sanguíneas, mientras se controla la posible
aparición de

Signos de compromiso de la oxigenación 
sistémica 


• hipotensión arterial sistólica y
taquicardia durante el sangrado activo

• extracción de oxígeno superior a 50%

• presión venosa central menor de 8 cm
H2O

• elevación del lactato y caída del
bicarbonato sérico

Signos específicos de compromiso de 
órganos

Isquemia miocárdica

• Depresión del ST > 0,1 mV de aparición
reciente
• Elevación del ST > 0,2 mV de aparición
reciente
• Evidencia ecocardiográfica de trastornos
de la motilidad miocárdica (en ICU)

Isquemia cerebral: no valorable bajo efecto
anestésico.

Luego, diversos grados de deterioro
del estado de conciencia

Hipoperfusión renal: oliguria

Definición de choque hemorrágico

Es un síndrome secundario a la pérdida aguda del
volumen circulante, con incapacidad
cardiorrespiratoria y baja disponibilidad de
oxígeno para suplir las necesidades tisulares,
causando daño en diversos parénquimas por
incapacidad para mantener la función celular.

Diagnóstico de choque

Desde el punto de vista clínico se expresa por:

• Hipotensión arterial con TA sistólica < 90
mmHg

• Signos de hipoperfusión tisular: oliguria,
deterioro del estado de la conciencia

• Signos cutáneos: palidez, hipotermia
distal, mal relleno capilar

Clasificación de la hemorragia según su 
gravedad


Clasificación de choque hemorrágico (American
College of Surgeons)

Clase 1. compensado: Pérdida hemática de
hasta 750ml (o hasta 15% de la volemia)
frecuencia cardíaca menor a 100/minuto, sin
alteración de tensión arterial y con diuresis mayor
a 30ml/hora.

Clase 2. choque leve: Pérdida hemática de 750 a
1.500 ml, 15 a 30% de la volemia, con tensión
arterial normal, frecuencia cardíaca entre 100 y
120 y diuresis entre 20-30ml/hora

Clase 3. choque moderado: Pérdida hemática
entre 1.500 a 2.000 ml, 30 a 40% de la volemia,
con tensión arterial disminuida de 70 a 80 mmHg,
frecuencia cardíaca de 120 a 140, diuresis de 5-
15 ml/hora

Clase 4. choque severo: Pérdida hemática mayor
de 2.000 ml o mayor de 40% de la volemia,
tensión arterial de 50 a 70 mmHg, frecuencia
cardíaca mayor de 140 y diuresis menor a
5ml/hora

Nota: Dado que se trata de un paciente bajo
efecto anestésico no se valoran otros parámetros:
frecuencia respiratoria y estado de conciencia.


Objetivos de la reanimación 


Los lineamientos generales del tratamiento son:

• control de la hemorragia

• corrección del estado de shock

• reposición de la masa globular

• sustitución de los factores de
coagulación y plaquetas consumidas w

• corrección de todo otro factor deletéreo:
acidosis, hipotermia

Reanimación 


Reposición de la volemia 

Iniciar la reposición de la volemia, con el inicio del
sangrado, mediante el uso de cristaloides cuyo
monto guardará proporción de 3:1 con relación a
las pérdidas medidas y/o estimadas.

La reposición de la volemia se efectuará en forma
precoz y suficiente con Ringer lactato o solución
salina normal 50 ml/kg peso en 10-15 minutos,
esto representa una cantidad de 3000 ml
aproximadamente.

Se contraindica el uso de
soluciones hipoosmolares, ejemplo dextrosa.

Podrá asociarse soluciones coloides del tipo
poligelina o almidón en proporción de 1:3 con
respecto a los cristaloides. Los dextranos y los
almidones de alto peso molecular están
formalmente contraindicados cuando el volumen
a infundir es elevado.

Si la hemorragia continúa se inicia la reposición
globular mientras se mantiene la expansión con
cristaloides y/o coloides en cantidad que deberá
superar las pérdidas estimadas y que se ajustará
según los parámetros fisiológicos y de laboratorio.

Con pérdidas equivalentes a una (1) volemia los
factores de coagulación disminuyen, por efecto
dilucional, a un nivel crítico y favorece la
aparición de coagulopatía.

 Poco antes que esto
ocurra, el PFC reemplazará parte de los
cristaloides administrados, en proporción
creciente.

Se requieren pérdidas equivalentes a 1,5
volemias para que el valor de plaquetas
descienda debajo de 100.000/mm3
.
Nota: este esquema de reposición representa una
orientación ante una situación habitual, en
ausencia de coagulopatía por consumo, que podrá
presentarse en cualquier momento de la
evolución y requerirá tratamiento específico.

Medidas de urgencia para controlar una 
hemorragia.

• Compresión aórtica abdominal

• Clampeo de parametrios

• Compresión uterina bimanual

• Packing uterino o pelviano

• Balón intra-aórtico

TRANSFUSION DE GLOBULOS ROJOS. 


Reposición de la masa globular 

En presencia de hemorragia aguda, el objetivo de
la transfusión con GR es restaurar la capacidad de
transporte de oxígeno para cumplir con las
demandas tisulares.

Durante la anemia aguda
existe aumento del gasto cardíaco, pero este
podrá afectarse por disfunción ventricular
izquierda, requiriendo mayores concentraciones
de hemoglobina para mantener una adecuada
disponibilidad de oxígeno en los tejidos. Teniendo
en cuenta que se trata de una patología
potencialmente exanguinante y mortal,
dispondremos en quirófano de un mínimo de 4
unidades de GR isogrupo compatibilizadas y en el
banco de suficiente cantidad como se estime
necesario, para su pronta utilización.


Las transfusiones de GR no deberán usarse,
cuando la capacidad de transporte de oxígeno es
adecuada.

Hematocrito óptimo


El umbral mínimo de hematocrito tolerable es
individual en cada sujeto, pero tomando a favor
un pequeño margen de seguridad, podríamos
afirmar que hemoglobinemias entre 7 y 8 g/dl
resultarán adecuadas para una mujer con función
cardíaca y respiratoria normal.

Cada unidad de
GR transfundida debería aumentar, en una mujer
de 70 kg, la concentración de hemoglobina en 1
gramo/dL y el valor del hematocrito en 3 puntos.

La transfusión de glóbulos rojos no está indicada
cuando la concentración es mayor de 10 gr/dL,
excepto en la hemorragia no controlada.

Casi siempre está indicada con niveles de hemoglobina
menores de 6 gr/dL.

Se transfundirá la enferma
con GR cuando la hemoglobina se encuentre
entre 6-10 gr/dL asociado con signos de
oxigenación tisular inadecuada.

Otras formas de mejorar el suministro de
oxígeno con relación a la demanda, independiente
de la transfusión, comprende:

1. Aumento de la perfusión tisular,
optimizando en rendimiento cardíaco (dopamina)

2. Incremento de la saturación de
oxígeno de la hemoglobina (oxigenoterapia)

3. Disminución de las demandas tisulares
de oxígeno (hipotermia controlada)

Hemoderivados 


La reposición con plasma fresco congelado no
solo aporta los factores de coagulación sino
además sus inhibidores naturales en cantidades
equivalentes.

Los crioprecipitados sustituyen el
fibrinógeno, y los factores VIII, von Willebrand  y
XIII. Los niveles por debajo de los cuales se
efectúa la reposición, implica el concepto de
monitoreo permanente de la coagulación, con
determinaciones iniciales y luego de cada
reposición para evaluar los resultados en cada
caso.

Con pérdidas cercanas a una volemia la
concentración de los factores de coagulación llega
a su punto crítico: 30%.

En tales circunstancias,
se considerará la transfusión con PFC, asociando
CrPr si la concentración plasmática de fibrinógeno
se reduce por debajo de 100 mg/dL. La dilución
de las plaquetas es más tardía.


El objetivo del tratamiento por sustitución es lograr los valores
hemostáticos útiles, diferentes de los valores
fisiológicos.

Niveles Hemostáticos Útiles 

Son diferentes de los niveles fisiológicos, y
aunque anormales resultan suficientes para lograr
una hemostasia efectiva.

Estos valores son:

• aPTT: hasta 1,5 veces el valor basal

• Tiempo protrombina (Quick): igual o
mayor de 50% o < 1,6 veces del valor
de control

• Concentración de fibrinógeno: 100
mg/dL


• Recuento de plaquetas: mayor de
60.000/mm3 durante la cirugía
abdominal

• Concentración de factores: mayor de
30% del normal

Nota: Si a pesar de estos valores el sangrado
persiste, no es adjudicable a coagulopatía

TRANSFUSIONES DE PLASMA 


El plasma normal contiene suficiente cantidad de
factores de la coagulación para permitir que su
concentración no resulte por debajo del límite de
la coagulabilidad cuando la pacientes recibió casi
una (1) volemia de reemplazo con
cristaloides/coloides.

INDICACIONES 


1. En el contexto de una transfusión masiva
(mas de una volemia), si hay sangrado
microvascular asociado con un
incremento del TP y aPTT >1,5 veces
superior al valor normal (coagulopatía
dilucional)

2. En pacientes con coagulopatía por
consumo con sangrado obstétrico activo
o con coagulación intravascular
diseminada (sangrado múltiple)

Nota: Si los resultados de laboratorio no
están aun disponibles, un concentrado de
CrPr mas tres unidades de PFC podrán
transfundirse para intentar controlar el
sangrado no quirúrgico.

El uso de CrPr tiene
por fundamento el severo y precoz consumo
de fibrinógeno que se presenta en esta
patología.


DOSIS 
El cálculo de la dosis de PFC a administrar debe
realizarse para lograr un mínimo del 30% en la
concentración plasmática de los factores de la
coagulación. Por lo general, la dosis es 10-15
mL/kg peso.

EFECTOS ADVERSOS Y RIESGOS ASOCIADOS A 
LA TRANSFUSION DE PLASMA 


• Reacciones inmunológicas hemolíticas

• Sobrecarga de volumen

• Reacciones alérgicas o anafilácticas

• Edema agudo de pulmón no cardiogénico

• Transmisión de agentes infecciosos

USO INDEBIDO DEL PLASMA 


1. expansor del volumen circulante

2. corrección del efecto
anticoagulante de la heparina




TRANSFUSION DE CRIOPRECIPITADOS 


Es la fracción obtenida a partir de una unidad de
PFC, descongelado a una temperatura de 4º C y
concentrado en un volumen final de 10-20 ml que
contiene:

Factor VIII: 80-120 UI
Factor von Willebrand
Fibrinógeno: 250 mg/dL
Factor XIII


INDICACIONES 


• Deficiencia de fibrinógeno

• Hemofilia A

• Enfermedad de von Willebrand

• Deficiencia de factor XIII

TRANSFUSION DE PLAQUETAS 


La transfusión de plaquetas se utiliza en los
pacientes con hemorragia por trombocitopenia o
por trastornos funcionales plaquetarios.


También se indica en quienes recibieron transfusiones
masivas (una o mas volemias en 24 horas o el
50% de su volemia en tres horas).

En estos casos
se puede presentar una disminución del recuento
plaquetario con la consecuente coagulopatía
dilucional.

Su manifestación clínica es el sangrado
del lecho microvascular (borde de la herida,
mucosas y sitios de punción)

La severidad del cuadro hemorrágico, el recuento
de plaquetas y la causa de la trombocitopenia,
son factores que deben valorarse antes de decidir
la transfusión.

Si el recuento se encuentra entre
40.000 y 60.000/mm3, es suficiente para realizar
un procedimiento quirúrgico con seguridad, en
ausencia de alteraciones de la coagulación
asociada.

Con estos recuentos, se transfundirán
plaquetas sólo si hay hemorragia o un especial
riesgo para que ocurra.


El riesgo hemorrágico es importante si el
recuento es menor de 20.000/mm3
, sobre todo si la paciente tiene una historia de hemorragia, se
encuentra en tratamiento con ciertos fármacos
que alteran su función o tiene un deterioro de la
función renal y/o hepática.

DOSIS 


La dosis estándar es una unidad de plaquetas
cada 10 kg peso corporal, que en condiciones
ideales, debería elevar el recuento entre 5.000-
10.000/mm3 por cada unidad transfundida.

Ciertos factores como una hemorragia activa
disminuyen los índices de recuperación y para
mantener recuentos por encima de 20.000/mm3
, se deben transfundir dosis mayores.

INDICACIONES 


1. Recuento plaquetario menor de
60.000/mL durante la cirugía.

2. Disfunción plaquetaria con tiempo de
sangría mayor a dos veces el límite
superior de lo normal, en presencia de
sangrado microvascular o en el
postoperatorio inmediato

3. Recuento de plaquetas menores de
100.000/mL en la transfusión masiva y
con sangrado microvascular

4. Trombocitopenia por exceso de
consumo: coagulopatía por consumo con
sangrado obstétrico activo o coagulación
intravascular diseminada

ACTIVACION FIBRINOLITICA INADECUADA 


La activación consecuente del sistema fibrinolítico
podrá aportar daño adicional por medio de los
productos de degradación del fibrinógeno y la
fibrina:


• disminuyendo la contractilidad
miocárdica y ocasionando hipotensión no
dependiente de la hipovolemia

• disminuyendo el tono uterino y
favoreciendo el sangrado obstétrico

A su vez, ambos deterioran aun más la
coagulación y así favorecen la hemorragia. En
cuadros de percretismo con compromiso vesical
se observó activación de la fibrinólisis previa a la
cirugía.

Se evaluará el uso de aprotinina en dosis inicial
de 1.000.000 U seguida de 200.000 U/hora.

OTRAS ACCIONES DE IMPLEMENTACION 
SIMULTÁNEA 


Apoyo respiratorio 

En todos los casos de descompensación
hemodinámica se incrementará la fracción
inspirada de oxígeno con el fin de optimizar la
disponibilidad del mismo a nivel tisular. Podrá
resultar necesario iniciar o continuar la asistencia
respiratoria mecánica.

Apoyo hemodinámico

Si a pesar de la reposición adecuada de la
volemia, se apreciara deterioro de la función
cardíaca podrá recurrirse al uso de drogas
vasoactivas, preferimos dopamina en dosis > 4
gammas/kg/minuto; en todos los casos la
reposición suficiente de la volemia es requisito
previo a su uso.

Conservación de la temperatura corporal

Dado que el mecanismo de coagulación se basa
en una serie de reacciones enzimáticas, los
cambios de la temperatura y del pH originan
profundas alteraciones en su cinética conduciendo
a un estado de hipocoagulabilidad a pesar que las
concentraciones de las mismas resulten dentro
del rango fisiológico.

Se implementarán los
mecanismos necesarios para conservar la
temperatura corporal, teniendo en cuenta el
deterioro hemodinámico y la coagulopatía que la
hipotermia provoca.

Estas medidas incluyen:
mantas térmicas, calefactores y entibiar los
sueros durante su administración.

Corrección de la acidosis metabólica 

Al final del embarazo existe una disminución de
las reservas de bicarbonato plasmático, que
rápidamente se agotan en presencia de acidosis
lactacidémica. La reposición de la volemia corrige
con rapidez la acidosis por la gran capacidad de
reserva hepática. El uso de bicarbonato queda
restringido a situaciones extremas con pH menor
de 7,20 y en cantidad limitada para alcanzar
dicho valor.

Hipocalcemia

La hipocalcemia es infrecuente como causa de
coagulopatía.

Podrá presentarse cuando el ritmo
de transfusión es elevado.

El tratamiento es  sustitutivo: gluconato de calcio lentamente por
una vía no utilizada para las transfusiones.


Tratar las coagulopatías vinculadas a la 
hemorragia 


Dos trastornos de la coagulación podrán
presentarse, la  coagulopatía dilucional y la
coagulación intravascular diseminada o
coagulopatía por consumo.

En todos los casos
el tratamiento no se limita a la reposición de
factores sino que debe contemplar la corrección
de la causa que la origina: control del sangrado y
tratamiento del shock.

Dos factores
desencadenan la coagulopatía por consumo.

En primer lugar la hipoperfusión y el daño endotelial,
y en segundo lugar sustancias tromboplásticas
liberadas por la placenta.

ACCIONES POSTOPERATORIAS EN LA UCI


Apoyo de la función cardiorrespiratoria

De ser necesario mantener el apoyo ventilatorio
mecánico y la oxigenación suplementaria por
algunas horas hasta tener la seguridad que los
parámetros vitales y los datos de laboratorio se
encuentran dentro de un rango aceptable y
estables.
De ser necesario usar drogas vasoactivas.

Evaluar el control de la hemorragia

A través de las pérdidas genitales, control de los
drenajes abdominales si los hubiere, y ante la
sospecha de hemorragias ocultas intraabdominales, recurrir a la ecografía y a la
tomografía.

Uso de antibióticos  


Durante las primeras 24 horas y para prevenir la
traslocación bacteriana a punto de partida
digestivo. Ceftriaxona 1 gramo IV cada 12 horas.

Prevención de TVP

Transcurridas 24 horas de postoperatorio y
cuando el recuento plaquetario supere 100.000
elementos, deberá contemplarse el tratamiento
con HBPM para prevención de TVP.

Dentro de las
primeras horas es preferible recurrir a los
manguitos de compresión neumática secuencial
en miembros inferiores, previa ecografía Doppler
para descartar trombosis aguda preexistente.

Evaluación y registro de lo actuado

Al ingreso de la paciente a la Unidad de Cuidados
Intensivos (UCI) se establecerá la puntuación
APACHE II (Acute Phisiology And Chronic Health
Evaluation) y SOFA (Sequential Organ Failure
Assessment) al ingreso y durante los días de la
internación.

Se consignará en el intraoperatorio y en el PO 
inmediato (primeras 48 hs): 

a) número de unidades de glóbulos
transfundidas.

b) volumen de cristaloides administrados
(solución fisiológica y/o Ringer lactada).

c) volumen de coloides administrados
(poligelina)

d) cantidad de hemoderivados administrados:

• Plasma fresco congelado (número
de unidades de 250 – 300 ml)


• Crioprecipitados (no unidades)

• Plaquetas (no  unidades)

Se registrarán todos los parámetros clínicos, de
laboratorio y estudios por imágenes a fin de
evaluar compromiso y evolución de los
parénquimas.


Morbilidad 


Se consideran los siguientes grupos:

1. cardiovascular:   hipotensión arterial
   shock hipovolémico
insuficiencia cardíaca
paro cardíaco

2. respiratorio: distrés respiratorio
       broncoaspiración

3. renal:    insuficiencia renal aguda

4. trastornos de la coagulación:
coagulopatía dilucional post-transfusional
coagulopatía por consumo
coagulación intravascular diseminada

5. daños en otros parénquimas:
 hepático
neurológico
otros

Evaluación de las funciones


Cardiovascular: Se considera  hipotensión
arterial a aquellos registros tensionales con
valores sistólicos menores de 90 mmHg. Los
datos de TA se obtendrán del parte anestésico
durante la cirugía y de los registros de enfermería
en el pre y post operatorio.

Se define choque ante
la existencia de hipotensión arterial sostenida,
asociada a taquicardia, deterioro del estado de
conciencia (obnubilación, estupor), alteraciones
del relleno capilar (acrocianosis o palidez,
recuperación capilar enlentecida, frialdad de
extremidades, sudoración) y oligoanuria (diuresis
menos de 20 mililitros/hora).

Renal: a través de los valores de uremia,
creatininemia y diuresis. El  deterioro del
filtrado glomerular se relacionó con valores de
creatininemia >0.8 mg/dl (VN en el embarazo 0.4
– 0.8 mg/dl) y se considera la existencia de
insuficiencia renal aguda (IRA) ante la presencia
de oliguria menor de 400 ml/día con
creatininemia > 1.2 mg/dl y alteraciones de la
relación orina/plasma de: sodio, urea, creatinina
y osmolaridad.

Respiratoria: mediante la realización de Rx de
tórax seriadas con la frecuencia que se estime
conveniente durante el post-operatorio. Se
obtendrán muestras de sangre arterial para gases
en sangre y estado ácido base y se monitoreará
la saturación de oxígeno transcapilar en forma
permanente en el intra y en el post operatorio
inmediato.

La existencia de  síndrome de
dificultad respiratoria aguda del adulto
(SDRA) se estableció tomando como base
criterios ya definidos: disnea, hipoxemia, rales
pulmonares e infiltrados alveolares bilaterales en
la radiografía, con ecocardiografía sin evidencia
de disfunción ventricular izquierda.

Digestiva:  Se evalúa a través de la función
hepática, utilizando como parámetro la
bilirrubina.

Hemorragia Obstétrica Periparto


Comprende a aquellas pacientes que en 
transcurso del tercer trimestre del embarazo o en 
el puerperio, presentan hemorragias de origen 
útero-placentario o vaginal, con pérdidas 
sanguíneas estimadas en más de 1000 ml, 
asociadas con descompensación hemodinámica: 
hipotensión arterial o shock. 

En estas situaciones, la estimación visual 
de la hemorragia conlleva la posibilidad de una 
subvaloración de los volúmenes perdidos. Por tal 
motivo, se definió a la hemorragia postparto 
como una caída del hematócrito de 10 o más 
puntos con respecto a los valores iniciales, o por 
la necesidad de efectuar transfusiones de sangre 
para asegurar un volúmen eritrocitario adecuado. 

Se estima que alrededor del 1% de los 
nacimientos se complican con hemorragias 
severas, siendo responsables en países 
desarrollados, del 13% de las muertes maternas. 

 El ascenso actual en la prevalencia de la 
enfermedad se relaciona con el aumento del 
número de cesáreas, el incremento en el uso de 
ocitócicos, y la mayor incidencia de gestaciones 

múltiples. 


Para facilitar la orientación diagnóstica 
inicial, resulta conveniente clasificar las 
hemorragias de acuerdo con el período obstétrico 
considerado: 

a. Antes de parto 
* Placenta previa 
* Desprendimiento de placenta 
* Ruptura uterina 
* Vasa previa 

b. En el puerperio 
* Precoz (primeras 24 horas): Hemorragias Primarias 
     Atonía uterina 
     Traumatismo cérvico-vaginal 
     Retención de restos ovulares 
     Trastornos adherenciales placentarios 
     Inversión uterina 
* Tardío (entre las 24 hs y la 6ta. semana): Hemorragias Secundarias 
     Retención de restos ovulares 
     Endomiometritis 
     Anormal involución del lecho placentario 
     Dehiscencia de la histerorrafia 

c. Indiferentes 
    Coagulopatías congénitas 
    Coagulopatías adquiridas 
    Coagulación intravascular diseminada 
    Coagulopatía postransfusional 

Previo al parto, las causas se vinculan 
con las anomalías placentarias. 

Durante el trabajo de parto deberá considerarse la posibilidad de 
ruptura uterina.  

Con la expulsión del feto, la causa más 
frecuente de sangrado es la atonía uterina. 

Traumatismos del cuello uterino y de la vagina, 
resultan de lesiones producidas durante el
periodo expulsivo. 

La presencia de restos placentarios 
perpetúa la hemorragia al interferir sobre la contractilidad del miometrio.

Múltiples causas obstétricas originan 
coagulopatía por consumo en las pacientes 
gestantes: hematoma retroplacentario, feto 
muerto retenido, preeclampsia, hígado graso 
agudo, embolia de líquido amniótico, aborto 
séptico y otras infecciones. 

Durante la gestación, la mujer cursa con 
un estado fisiológico "procoagulante", que la hace 
particularmente susceptible a activar el sistema 
de coagulación en determinadas circunstancias. 

Por tal motivo la hipotensión arterial sostenida o 
el shock, por sí mismos, podrán desencadenar el 
consumo de factores. 

A su vez, la coagulación 
intravascular diseminada aguda, en ocasiones, 
origina hipotensión arterial no dependiente de 
hipovolemia.

En la última mitad del embarazo se 
incrementa el volumen plasmático y globular, con 
predominio del primero; en consecuencia se 
considera normal un hematocrito de hasta 33% 
("seudo-anemia").
Las pacientes con 
preeclampsia constituyen una excepción, dado 
que cursan con hipovolemia.

Este incremento de la volemia, permite 
que, pérdidas habituales de hasta 500 ml, se 
toleren sin mayor repercusión hemodinámica. 

Sobrepasado este valor, una pérdida de 20-30% 
de la volemia, podrá reemplazarse con soluciones 
electrolíticas o expansores del tipo de las 
poligelinas. 

Se evitará el uso de los dextranos, 
por alterar la agregación plaquetaria.
Iniciada la reposición con solución 
fisiológica, se continuará con sangre entera, o 
glóbulos desplasmatizados, de acuerdo con las 
pérdidas estimadas o medidas, el estado 
hemodinámico de la paciente, y el valor del 
hematocrito.

 Este último, alcanzará el porcentaje 
verdadero y definitivo 24-36 horas después de 
controlado el sangrado.
 El tratamiento común en todos los casos 
de hemorragia obstétrica grave incluye: 

a. colocar dos vías periféricas de 
calibre adecuado 

b. solicitar estudios de laboratorio 
incluyendo coagulograma básico 

c. iniciar la expansión con 1000-2000 
ml de soluciones cristaloides 

d. proveer oxígeno con máscara o 
cánula nasal 

e. transfusiones de sangre entera o 
glóbulos desplasmatizados. 

f. monitoreo de la tensión arterial, 
pulso, respiración, oximetría y 
diuresis. 

g. corregir la causa de la coagulopatía , 
si la hubiere, y reponer los factores 
de coagulación 


Una aproximación diagnóstica con relación al 
probable origen de la hemorragia, esta dado por 
el momento en que ésta se inicia, y la presencia o 
no de dolor.  

a. La existencia de riesgo de pérdida del bienestar fetal, con 
sangrado de iniciación brusca coincidente con 
la ruptura de membranas, sugiere la 
existencia de "vasa previa". 

Es una patología 
infrecuente que causa la exsanguinación 
fetal. 

Requiere cesárea de urgencia. 

b. Un sangrado indoloro, o con dolor vinculado 
únicamente con las contracciones uterinas, 
es propio de la placenta previa (incidencia 
0.3-1.9%). 

La ecografía muestra el sitio de 
implantación y certifica el diagnóstico. Si la 
placenta ocluye el orificio cervical interno, 
requiere operación cesárea.
c. Cuando la hemorragia se asocia con dolor 
abdominal o dorsal intenso, persistente, con 
contracción uterina y signos de sufrimiento 
fetal, el diagnóstico probable es 
desprendimiento placentario, del que existen 
diversos grados (incidencia 0.05-1%). 


El desprendimiento limitado al borde
placentario, se denomina ruptura del seno 
marginal. 

Debe considerarse, que en el 20% 
de los casos la hemorragia queda limitada a 
un hematoma retroplacentario, que no se 
exterioriza con sangrado por vagina, cuyo 
volumen podrá llegar a ser considerable y 
ocasiona un severo consumo de factores, con 
marcada hipofibrinogenemia. 

La ecografía tiene un elevado porcentaje de
falsos negativos. 

El tratamiento se basa en: 
reponer rápidamente la volemia,  restituir los 
factores consumidos sobre la base de 
crioprecipitados y cesárea de urgencia si el 
feto es viable. 

d. La ruptura uterina se expresa con dolor 
intenso y permanente, y hemorragia 
exteriorizada por vagina, intraperitoneal o 
hematoma del ligamento ancho.

Ocurre en el 0.02-0.08% de las mujeres en trabajo de 
parto, con antecedentes de cesárea, y con la 
administración de altas dosis de ocitócicos. 

El fondo uterino es doloroso. Requiere 
compensación hemodinámica y laparotomía 
urgente. 

La ruptura del segmento intermedio 
podrá repararse mediante sutura. Lesiones 
extensas del fondo uterino se resuelven 
mediante una histerectomía. 

Causas más frecuentes de hermorragia obstétrica en el postparto. 

Liberado el feto de la cavidad uterina, una 
aproximación inicial sobre el origen de la 
hemorragia, se efectúa tomando como referencia 
la remoción de la placenta. 

a. Si la placenta no fue expulsada, y durante el 
intento de remoción manual se constata que 
carece de plano de clivaje, iniciándose una 
hemorragia severa, el diagnóstico probable 
es acretismo placentario. 

La compresión 
bimanual (abdomino-vaginal) del útero 
controla inicialmente el sangrado, mientras 
se dispone la histerectomía de urgencia. 

b. Con la expulsión incompleta de la placenta, 
los restos ovulares son causa frecuente de 
sangrado uterino persistente. El legrado de la 
cavidad completa la evacuación del material 
retenido y favorece la hemostasia. 

c. Si la placenta fue expulsada en su totalidad, 
evaluar la consistencia y el tamaño del útero. 
Un útero incompletamente involucionado y 
blando, es característico de atonía (incidencia 
2-5% de partos por vía baja). Mas adelante 
se discute la conducta terapéutica. 

d. En ausencia de restos placentarios y con el 
útero firmemente contraído, la causa de la 
hemorragia podrá residir en el traumatismo 
del canal del parto: laceraciones del cuello 
uterino o de la vagina.

La inspección visual 
pone de manifiesto el sitio de sangrado y una 
adecuada hemostasia logra el control del 
mismo. 

En otros casos la causa de la 
sangrado reside en lesiones vasculares que 
causan hemorragias ocultas, como se explica 
mas adelante.
e. Una causa infrecuente de sangrado es la 
inversión uterina. De acuerdo con su 
gravedad, podrá ser parcial, diagnosticada 
por examen vaginal, o total con exposición 
exterior del útero. 

Causa hemorragia 
profusa, dolor y shock. Con maniobras 
manuales, se efectúa la reposición del órgano 
y luego se administran ocitócicos.

Hemorragias ocultas. 

Lesiones de las ramas de la arteria uterina, 
podrán dar origen a extensos hematomas 
pelvianos. 

Estos asientan en el ligamento ancho, 
en la región paracervical o paravaginal. 

En ocasiones se extienden al retroperitoneo. La 
ecografía abdomino pelviana certifica el 
diagnóstico. 

Cuando el volumen es significativo 
(mayor de 4 cm de diámetro) o su tamaño se 
incrementa, requiere tratamiento quirúrgico para 
drenaje y hemostasia. 

Una situación especial se presenta en 
algunas pacientes que fueron sometidas a 
histerectomías como última alternativa para el 
control del sangrado, y que en el postoperatorio 
inmediato persisten con signos de hemorragia 
activa. 

Se trata de extensas hemorragias 
retroperitoneales, que requieren transfusiones 
masivas y nueva laparotomía exploradora para 
efectuar una hemostasia que inicialmente resultó 
incompleta.
Deberá considerarse que, en algunas 
patologías, como los cretismos placentarios, la 
histerectomía subtotal se asocia con una alta tasa 
de resangrados a punto de partida de ramas 
cervicovaginales. 

En toda intervención quirúrgica 
de urgencia efectuada sobre el útero, asegurar la 
permeabilidad de ambos uréteres mediante 
ecografía renal postoperatoria.

Una alternativa conveniente, es la 
realización de una arteriografía de la hipogástrica
y sus ramas, con el objetivo de identificar el vaso
sangrante y proceder a su embolización. 

 El hemoperitoneo puede presentarse a) 
en el postoperatorio de histerectomías, b) como 
consecuencia de ruptura uterina, y 3) en algunos 
casos de hematoma retroplacentario con 
infiltración miometrial y trasvasación de sangre 
en la cavidad (útero de Couvelaire), posiblemente 
a través de las trompas. 

El diagnóstico de líquido 
en la cavidad se establece mediante una 
ecografía y se confirma con punción abdominal o 
culdocentesis. 

La hemostasia se logra luego de 
individualizar el vaso sangrante en la laparotomía 
exploradora.

Tratamiento en casos de atonia uterina y otras situaciones particulares

La atonía es la causa mas frecuente de 
hemorragia obstétrica postparto (90% de los 
casos). 

El tratamiento inicial es el masaje uterino
y el uso de ocitócicos. 

Si no se obtiene una 
respuesta satisfactoria se recurre a los análogos 
de las prostanglandinas, logrando una adecuada 
contracción uterina en el 90% de los casos. 

El taponaje de la cavidad es una 
alternativa útil en pacientes que no responden a 
las medidas arriba referidas. Balones inflados 
temporariamente en la cavidad, logran igual 
resultado. 

En todos los casos de taponaje, se 
indicará profilaxis antibiótica y sondaje vesical.

El momento de retirar el taponaje es discutible, pero 
en general se acepta que 24-36 horas de 
permanencia es un periodo conveniente. Los 
ocitócicos se mantendrán por 12-24 hs luego de 
su remoción. 

 Si con las medidas referidas no se 
obtiene respuesta, podrá optarse por la 
hemostasia reglada, la sutura compresiva sobre 
el cuerpo uterino mediante técnica de B-Lynch, o 
bien disponer de una arteriografía selectiva con la
embolización consiguiente. 

Con estos procedimientos se logra cohibir el sangrado en un 
número considerable de casos. 

Durante la operación cesárea, podrá 
obtenerse rápido control de un sangrado 
incoercible mediante el clampeo elástico 
reversible de la aorta infrarrenal en los casos de 
placenta pércreta, o el clampeo elástico 
parametrial bilateral en las atonías y acretismos 
placentarios. 

Se procede a la reposición de la 
volemia, el control del estado de coagulación, el 
apoyo de las funciones vitales, y se dispone de 
los recursos necesarios para continuar con el 
procedimiento, que en cada caso, asegure una 
hemostasia definitiva, en la medida de lo posible 
conservando el órgano reproductor. 

Las ligaduras arteriales  de los pedículos 
vasculares se efectúan a partir de las ramas 
ascendentes de las arterias y venas uterinas, 
pudiendo completarse con la interrupción de las 
ramas útero-ováricas, uni o bilateral, hasta un 
máximo de cuatro pedículos arteriovenosos 
(figura 1). 

La perfusión del útero quedará 
asegurada, al igual que la capacidad 
reproductiva. 

En los hematomas del ligamento 
ancho se requiere una ligadura más proximal, a 
nivel de la arteria hipogástrica. 

 La disponibilidad de estudios 
angiográficos de urgencia, permite el control del 
sangrado mediante la embolización del vaso 
afectado con esponja de gelatina. 

Para identificar 
el mismo, se requiere una velocidad mínima de 
sangrado de 0,5 ml/min. 

Si bien el procedimiento 
evita la necesidad de una intervención quirúrgica, 
el tiempo total requerido hasta lograr el objetivo 
deseado, es 60 minutos aproximadamente.

Una nueva angiografía post-procedimiento certificará 
la adecuada hemostasia. 

La ligadura previa de  
la arteria hipogástrica impide la realización de 
estudios vasculares contrastados. La 
histerectomia deberá reservarse como último 
recurso terapéutico para el control del sangrado 
obstétrico 

Efecto de los medicamentos oxitócicos. 

Los efectos terapéuticos de los ocitócicos 
son: el aumento de la fuerza de contracción del 
miometrio, y el incremento de la frecuencia de las 
contracciones. 

Por lo tanto carece de efectividad 
cuando el sangrado tiene otro origen. 

 La  ocitocina se presenta en solución 
inyectable que contiene 5 U por mL. 

Puede administrarse por vía IM en dosis de 10 U, o por 
vía IV, 10-40 U diluidas en solución fisiológica o 
solución de dextrosa 5%, con un ritmo de 
infusión inicialmente rápido (100-200 
mU/minuto), hasta lograr una adecuada 
contracción uterina, luego continuar con dosis 
usuales: 20-40 mU/minuto o 30-50 U/día durante 
24-48 horas. 

Dosis elevadas no incrementan la 
acción terapéutica y aumentan la incidencia de 
los efectos adversos. 

 Los efectos terapéuticos se inician dentro 
del minuto de administrada y persisten pocos 
minutos por la corta vida media: 1-5 min. 

 Con dosis de 20 mU/minuto, se aprecia 
una disminución del flujo urinario. 

Por su efecto antidiurético puede provocar, cuando se aportan 
líquidos hipotónicos, hiponatremia dilucional 
sintomática: convulsiones y coma. 

El exceso de dosis provoca contracción tetánica o ruptura del 
útero. La hipertensión arterial es otro de los 
efectos secundarios a considerar. 

La  metilergonovina, se utiliza por vía 
IM en dosis de 0,2 mg cada 2-4 hs. El efecto 
comienza a los 2-5 minutos y su vida media es de 
0,5-2 hs. 

Esta droga podrá causar nauseas, 
vómitos, calambres, alucinaciones, convulsiones, 
cefaleas y mareos. 

Su uso está contraindicado en 
pacientes hipertensas y con enfermedad vascular 
periférica oclusiva o coronariopatía. 

 El  carboprost (15-metilprostanglandina 
F2α) se administra por vía intramuscular o 
intramiometrial en dosis de 0,25 mg cada 15-90 
minutos, hasta una dosis máxima de 2 mg. 

No resulta conveniente su administración por vía IV, 
puede causar hipertensión, broncoespasmo, 
anafilaxia. 

El 68% de las pacientes responden a la 
primera dosis de carboprost, y el 86% lo hacen 
con una segunda dosis. 

 Las reacciones adversas más frecuentes 
de observar son las gastrointestinales (en más 
del 10% de los casos), en particular las nauseas. 

Otros efectos: eritema, broncoespasmo, visión 
borrosa, cefaleas, hipertensión, hipotensión, 
mialgias y vértigos. 

En algunos casos, se 
comprobó hipoxemia por probable incremento del 
shunt intrapulmonar. Se aconseja el monitoreo 
oximétrico. 

 El  misoprostol es un análogo de las 
prostanglandinas E1. La dosis única es 0,025-0,4 
mg. 

Las reacciones adversas, aunque menos 
frecuentes, son similares a las observadas con el 
carboprost. 

Se presenta en tabletas que se 
administran por vía vaginal. La vida media de la 
droga es 1,5 hs y el 85% se elimina por vía renal. 

Coagulopatías

Deberá sospecharse la existencia de una 
coagulopatía asociada al sangrado obstétrico en 
aquellos casos en que se observan hemorragias 
espontáneas en: sitios de punción, gingivorragias, 
epistaxis, hematuria, petequias cutáneas o 
conjuntivales, hemorragia digestiva, etc. 


Aún en ausencia de alguna de estas manifestaciones 
clínicas, se solicitarán aquellos estudios que a) 
certifiquen el diagnóstico, 2) sus resultados se 
encuentren disponibles en pocos minutos, y 3) 
permitan efectuar la reposición racional de los 
factores consumidos. 

Para estos fines consideramos que el 
coagulograma mínimo debería considerar el 
recuento plaquetario, el tiempo de protrombina 
(Tº de Quick), el APTT, el dosaje de fibrinógeno, y
la determinación de la presencia de productos de 
degradación del fibrinógeno (PDF) o de la fibrina: 
dímero D. 

Podrá presentarse tres situaciones bien 
definidas: 

1. Coagulopatía previa no diagnosticada 
Hemofilias, enfermedad de Von Willebrand, 
alteraciones de la función plaquetaria, entre 
otras. 

2. Coagulopatía por consumo y coagulación 
intravascular diseminada 

La coagulopatía por consumo se refiere a las 
alteraciones en los estudios de coagulación 
sin manifestaciones clínicas. 

La presencia de 
fenómenos trombóticos, hemorrágicos y el 
compromiso multiorgánico certifican la 
existencia de una coagulación intravascular 
diseminada en presencia de alteraciones 
compatibles en el coagulograma. 

El tratamiento se basa en la corrección de la 
causa que origina la coagulopatía. 

Con recuento plaquetario menor de 
50000/mm3

Se indicará 1 unidad de plaquetas por 
cada 10 kg de peso corporal estimado. 


Cada unidad de plaquetas eleva el recuento plasmático 
en 5.000-10.000 elementos. 

En caso de déficit de 
factor V y K-dependientes, la reposición se 
realizará con plasma fresco congelado en dosis de 
10-20 ml/kg peso, si el APTT excede 1,5 veces el 
valor normal. 

El déficit de factor VIII y los niveles 
de fibrinógeno por debajo de 100 mg/dl, 
requieren del aporte de crioprecipitados, a razón 
de 1 unidad por cada 10 kg de peso. 

La transfusión de plaquetas de donantes Rh positivos 
a una paciente Rh negativa, requiere de la 
administración de inmunoglobulina anti-Rh.

3. Coagulopatía dilucional post-transfusional 
La coagulopatía dilucional se observa luego 
de transfusiones masivas, considerando como 
tales, aquellas cuyo volumen eritrocitario 
administrado en 3 horas o menos, supere la 
mitad de la volemia estimada. 

Se observa  plaquetopenia y déficit de factores V y VIII. Los 
niveles plasmáticos de otros factores se 
encuentran disminuidos en menor proporción. 

Se corrige con transfusiones de plaquetas y plasma 
fresco congelado. 

Podrá prevenirse administrando una unidad 
de sangre fresca por cada 6 unidades de sangre 
de banco, o transfundiendo 5-10 U de plaquetas 
por cada 10 U de sangre de banco. 

La de factor VIII, se hará teniendo en cuenta el nivel
actual, y tratando de lograr valores por encima 
del 50%. En situaciones de emergencia se 
asumirá que el valor inicial es 0%.